Uno de los aspectos basales, en la irrupción de los modelos pedagógicos asincrónicos y/o sistemas b_Learning, es comprender que el aprendizaje no ocurre en el modelo o el sistema; ni en la tecnología tras el modelo o en las distintas app o boots disponibles en Internet. El aprendizaje, aún ocurre en el cerebro del aprendiz.
El Texto del Estudiante, fuera del periodo de clases, es la herramienta esencial en el trabajo asincrónico de este. Solo el aprendiz puede hacer anotaciones en él. Se consideran como cuadernillos de síntesis de información tanto para evaluaciones como para resumen de contenido.
Ocho aspectos, que el Apoderado, no considera del Texto Escolar:
- En un modelo de aprendizaje asincrónico u online, es la primera herramienta.
- El lenguaje utilizado, para la edad del estudiante, es claro y comprensible.
- La información es de calidad y adecuada a las necesidades del nivel y asignatura.
- Dispone de conceptos y ejemplos claros del mismo tipo, que ayudan a la comprensión de estos.
- Se basan en el currículum oficial para el desarrollo de: aprendizajes, actitudes e indicadores de evaluación definidos por el Ministerio de Educación.
- Las actividades de los textos, proponen situaciones con significancia para el aprendizaje que: complementan, profundizan y ponen en práctica el conocimiento de la asignatura.
- Los textos disponen de una importante variedad de formas de presentar la información de la asignatura: Gráficas, Mapas, Tablas, Diagramas, Fotografías.
- Indican opciones para ampliar la información con otras fuentes, como también señalan formas para el estudiante se autoevalúe en la asignatura.
El Texto Escolar, posterior al trabajo con el docente de forma presencial o remota, es el medio para que padres y apoderados continúen el proceso de aprendizaje del estudiante. El texto escolar tiene la facultad de superar los límites del recinto escolar. Por lo tanto, se debe asegurar el lazo entre el entorno escolar y el universo familiar.
En la utilización de los textos escolares, se debe disponer de una referencia del currículum nacional, según número de páginas que se deben ir cubriendo; de acuerdo a distintas unidades de aprendizaje y periodos del año. Ello, no es con el sentido de implantar un sistema de control obtuso el que se base en cubrir contenido, sin importar la calidad de los aprendizajes. Sino más bien, con un nivel de responsabilidad pedagógica por parte del docente respecto al Saber Hacer y Ser de la competencia a desarrollar. Y por parte del aprendiz, respecto de su propio trabajo escolar, el que irremediablemente está vinculado a estudiar sus materias. Lo que exige una agenda de trabajo con coberturas y tiempos de trabajo escolar preestablecidos.